Ahuizotl
Reverencial: Ahuizotzin
Significado: "perro de las agua" "el espinoso del agua"
Un cuadrúpedo con el símbolo atl que esta colocado ya para avisar que es un anfibio ya como signo mnotemico avisando que el nombre comienza por a ahuizotl “perro de las aguas”
M_13r_B_09 Ahuizotl Códice Mendoza. |
En la mitología azteca, monstruo acuático con tamaño y forma general de perro pero con manos y pies de mono, orejas puntiagudas y cubierto de pelaje gris oscuro de aspecto resbaladizo similar al hule que, fuera del agua una vez mojado se apelmazaba en mechones que parecían espinas y por los que el ahuízotl recibe su nombre: en náhuatl a(tl) significa "agua" y huiz(tli) "espina". Disponía también de una cola larguísima rematada con una mano con la que atrapaba a todo aquel que se acercara a las charcas y cursos de agua donde habitaba y lo ahogaba. El ataque del ahuízotl, que estaba al servicio de las divinidades de la lluvia, suponía que los dioses habían elegido a la víctima y sus almas eran portadas al paraíso. Los cuerpos de los infortunados, que sólo podían ser tocados por sacerdotes debido al interés de los dioses por sus almas, siempre aparecían a los tres días del ahogamiento y a todos ellos, la bestia les había arrancado los ojos, las uñas y los dientes en el interior de su gruta subacuática. Generalmente, el ahuízotl atraía a los humanos, especialmente a los pescadores, llorando como un bebé desde las orillas y a veces provocaba remolinos que expulsaban fuera del agua a peces y ranas.
La descripción del animal fue hecha por los informantes de Fray Bernardino de Sahagún y es la siguiente:
“es tamaño como un perrillo, tiene el pelo muy lezne y pequeño, tiene las orejitas pequeñas y puntiagudas, tiene en cuerpo negro y muy liso, tiene la cola larga y en el cabo de la cola una como mano de persona; tiene pies y manos, y las manos y pies como de mona; habita este animal en los profundos manantiales de las aguas.” (1)
Disponía también de una cola larguísima rematada con una mano con la que atrapaba a todo aquel que se acercara a las charcas y cursos de agua donde habitaba y lo ahogaba.
Al ser un nombre poco común los cronistas pusieron poca atención en traducirlo, lo más general es encontrar su significado como "nutria" o "perro de aguas". El historiador Enrique Vela (2) lo analiza desde un punto etimológico y propone la traducción como "el espinoso del agua"; que sería su sentido original pero en el uso diario debió referirse exclusivamente para nombrar al animal. Se ha propuesto que podría tratarse de un animal hoy extinto del Lago de Texcoco, emparentado con las nutrias, y por su rareza, mitificado tanto en hábitos como aspecto.
El ataque del ahuízotl, que estaba al servicio de las divinidades de la lluvia, suponía que los dioses habían elegido a la víctima y sus almas eran portadas al paraíso. Los cuerpos de los infortunados, que sólo podían ser tocados por sacerdotes debido al interés de los dioses por sus almas, siempre aparecían a los pocos días del ahogamiento y a todos ellos, la bestia les había arrancado los ojos, las uñas y los dientes en el interior de su gruta subacuática. Generalmente, el ahuízotl atraía a los humanos, especialmente a los pescadores, llorando como un bebé desde las orillas y a veces provocaba remolinos que expulsaban fuera del agua a peces y ranas.
Referencias
1. Sahagún, Bernardino de (1985). Historia General de las cosas de la Nueva España. Ed. Porrúa. p. 648.
2. Vela, Enrique (2011). «Los Tlatoanis mexicas». Arqueología mexicana (Especial edición) (Editorial Raíces) (40): 58.S
Bibliografía
Diccionario biográfico de historia antigua de México
Tomo I. A-M
Segunda edición México
Universidad Nacional Autónoma de México Instituto de Investigaciones Históricas
1995
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